Un regalo de Sergio Astorga

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Música para una huelga necesaria



Advertencia previa:
Esta entrada lleva escrita y programada casi un mes antes de que Vds. la lean y no habrá respuesta a sus comentarios si éstos se dan. No suelo recurrir a la programación y no me gusta el no poder contestarles, pero no me queda más remedio puesto que no andaré por aquí cuando se publique.
Si la huelga se desconvoca porque se han cumplido sus objetivos antes del 29S (cosa que dudo) o ha surgido alguna variación importante, quedará, obviamente, sin motivo y desfasada. Sepan tenerlo en cuenta en caso de que esto suceda.




Si es que no se puede dejar la bitácora en manos de quien no se debe. Ya deberías saberlo, condesa. Me marcho de vacaciones y un secretario sempiternamente enfurruñado y una administradora sosa, aburrida, tontorrona y sin estilo me han dejado el blog manga por hombro y lleno de topicazos y mala uva. Y encima, Fafner no es que haya trabajado precisamente mucho en mi ausencia. De la otra no hablo que, al fin y al cabo, es la que tiene la facultad de borrarme como colaboradora de un plumazo y con un solo dedito (el siniestro, natürlich).
Vamos allá, condesa. Arremángate el polisón, ponte un pañuelo a la cabeza, toma el plumero y los trastos de limpiar y dedícate a poner orden en las Variaciones. Que se note que has vuelto.




Robert Koehler - La huelga. 1886. Óleo sobre tela. 281,30 x 184,47 cms. Deutsches Historisches Museum (Berlin)



Cuando los músicos al servicio del principe Nikolaus Esterházy se quejaron amargamente a Haydn de los meses que llevaban en Esterházia, residencia de verano de aquel, y por tanto fuera de Eisenstadt y lejos de sus mujeres e hijos, quizá estuviera surgiendo un nuevo género musical: el reinvindicativo. No sé ni siquiera si no habría habido antes otras composiciones, clásicas o populares (seguramente en los Carmina Burana medievales es posible que encontremos antecedentes, si no de peticiones justas al menos de burla del poder establecido), de este tipo. La primera en el tiempo de la que yo tengo conocimiento fue precisamente ésta. Y porque Haydn, que se incluía en el grupo de servidores, consideró que las peticiones eran justas, dignas y la protesta se volvía necesaria, compuso la bellísima, muy original y archiconocida sinfonía nº 45 o sinfonía "de los Adioses". Como seguramente recuerdan todos Vds., en el último movimiento y con objeto de hacer efectiva la protesta, los músicos, aprovechando la levísima luz, fueron abandonando poco a poco sus asientos y apagando la vela de sus atriles. Finalmente quedaron solo dos violines, interpretando sottovoce el final de la pieza. Uno de ellos era el propio compositor.

En verdad, aquello fue una huelga comm'il faut. Bien que breve, que no andaban los tiempos ni los derechos laborales para mayores florituras. Y lo mejor de todo: las reinvindicaciones fueron escuchadas. El príncipe Esterházy se dio por aludido y las peticiones fueron atendidas porque consideró que sus músicos tenían razón y que había llegado el momento de regresar a Eisenstadt. Haydn fue pues, salvando las distancias y permítaseme un abuso historiográfico, un enlace sindical muy pero que muy efectivo en el gremio de los artesanos músicos.



J. Haydn (1732-1809). Sinfonía nº 45 en fa sostenido menor, Hob. I/45. 1772. Abschiedssymphonie (sinfonía de "Los Adioses"). Concierto de Año Nuevo de Viena, 2009. Orquesta Filarmónica de Viena. Director. Daniel Barenboim.


(Como Deutsche Grammophon, de tanto en tanto, obliga a youtube a eliminar los vídeos con copyright DG, les dejo esta versión "solo para escuchar" con objeto de que al menos ella permanezca activa en el blog. Además, así pueden oír la obra entera si es que les apetece)




Pero las cosas no siempre son tan sencillas ni con tan fácil arreglo. No quiero hoy hablarles de la multitud de huelgas y reinvindicaciones que recoge la Historia a lo largo de los últimos tres siglos. No soy quién para ello y gente hay docta en la materia. No es ese mi propósito. La sinfonía de Haydn me sirve como preludio a una entrada bien distinta de las que Vds. están habituados a leer, ver y oír en este blog.  Pero es que, en ocasiones, hay que "pringarse" (palabra feísima para una condesa) pero absolutamente necesaria en el post de hoy. Y sí, señores, la condesa hoy se "pringa" y se va a limitar a exponer por medio de imágenes, texto y piezas musicales su opinión sobre la proximísima huelga del día 29, su postura con respecto a ella y las razones en que se apoya. También saben Vds. de su más que demostrada moderación en materia de asuntos de la res publica, como en casi todo por otra parte. Soy de natural poco radical en gustos, criterios y tomas de posición. Por tanto, respeto el derecho de cada cual a exponer o no  libremente opiniones contrarias a las mías. Faltaría más. Opiniones éstas siempre que se versen y basen también en actitudes de respeto hacia los otros. Eso, huelga decir (nunca conseguiré librarme de los juegos de palabra tontos) no quiere decir ni mucho menos que comulgue con ellas. Respeto el derecho de cada cual a exponerlas, pero no tengo por qué respetar  la legimitidad de lo que diga, máxime además si está basado en la desfachatez, el poder que otorga el dinero, las ideas xenófobas o cualquier otra razón de parecida índole, como único argumento.

Andando pues.



G.Cailleboute- Raboteurs de parquet (Los acuchilladores). 1876. Óleo sobre tela. Musée d'Orsay, Paris.


D.Viglietti . Me matan si no trabajo.

(Vía javier_dhc)


Efectivamente, me matan si no trabajo y si trabajo me matan. No, no se crean que el lenguaje está tan obsoleto como llevan meses y años diciéndonos los "liberales" (¡qué manera de pisotear  una palabra tan hermosa y que tanto significa!). Las cosas no han cambiado en algunos puntos tanto.

¿Y qué sabe de todo esto una condesa desocupada, ociosa y frívola? Pues miren, no mucho. Pero esta "condesa", a su manera, se mojó lo que pudo. No voy a aburrirles ahora con mi historial porque, entre otras cosas, sería un insulto para buena parte de los visitantes de esta bitácora en el sentido de que ellos hicieron y se movieron mucho más que yo. Pero algo de derecho moral me da el haber estado suspendida de empleo y sueldo alguna vez que otra por hacer huelga, allá cuando todavía eran ilegales y se hacían en el trabajo y los grises venían a echarnos de él, llamados para más inri por los empresarios. Y el haber pasado tres años en un Comité de Empresa, en una época en que aún existían listas abiertas (¡qué tiempos!) intentando hacer mi trabajo lo mejor que supe. Y el haber participado durante  32 años de vida laboral activa en todas las huelgas que se convocaron fueran del sector, laborales o generales. Todas, seré sincera, excepto dos. La primera porque la convocaron los empresarios y los sindicatos amarillos (manda güevos con el sector de Banca) y la otra, porque acudir a la huelga general del 20 de junio de 2003 representaba que todas las ventajas  y permisos que mi jefe me estaba  dando off the record para cuidar de mi madre, ya en estado terminal, se me iban al garete como represalia si acudía a la huelga convocada. No me siento orgullosa de aquello, pero tampoco me avergüenzo excesivamente. A veces las prioridades mandan. Las cosas fueron así y punto. Acudí a la manifestación posterior y procuré currar lo menos posible aquel día. Eso por no hablar de reuniones de célula clandestinas, aunque nunca milité en el PCE (soy vaga, anárquica y poco dada a acatar normas en general) o preparación de "festivales pro" de todo tipo (era pardilla y me enganchaban siempre). Como casi todos Vds. hace tiempo que perdí la cuenta de las manifestaciones a las que acudí y acudo. (Al final, les soltaste el historial para darte ringorrango de "progre"... ¡ay, condesa, condesa, que el orgullo y la vanidad te pierden!). Ya sé que todo esto no significa mucho (por fortuna otros trabajan mucho más que yo y eso hace avanzar) pero sí me sirve para decirles a los que todavía no lo tienen nada claro, que la huelga del 29S es necesaria, digna, justa.

Las razones que me llevan a estar de acuerdo con ella son múltiples y están en la mente de los que van a hacerla. No se tratá solo de decirle al gobierno socialista que ya está bien, que hasta aquí hemos llegado, que ya vale. Que también. Se trata de muchas más cosas.

Miren Vds., soy muy simplista en materia de política debido a la ignorancia. Procuro aprender día a día y algunos de los lectores de las Variaciones me han influído más de lo que piensan. Y como soy simplista y no sé hacer análisis sesudos lo diré a la pata la llana, como decía mi abuelo el de Ávila. No es de recibo, ni legal, ni moral, que la crisis la tengan que pagar los de siempre. Porque la han pagado los de siempre: los asalariados y las pequeñas empresas. Y si éstos son inmigrantes y mano de obra poco cualificada, y teniendo en cuenta el estallido de la burbuja inmobiliaria, todavía más. No me valen argumentos como que las cosas están mal y hay que arrimar el hombro. No señor. Que lo arrimen los que más tienen por una vez en su vida. Si el gobierno hubiese recuperado el Impuesto sobre el Patrimonio, no hubiese subido ese impuesto tan discriminatorio que es el IVA, hubiese obligado a los empresarios a crear abundantes fondos de reserva para cuando llegaran las vacas flacas y así evitar el enriquecimiento personal y que éstos se saquen el despido de la manga cuando les viene bien y a precio harto módico. Si la creación de empleo hubiese sido para este gobierno un objetivo prioritario. Si hubiese dictado medidas para controlar a los bancos y resto de entidades financieras (fondos de inversión, etc.) y evitar desmanes, bulos, infundios, etc. obligándoles además a realizar su trabajo que es el de prestar dinero para que se posibilite la creación de empresas y puestos de trabajo. Si se hubiesen reducido los gastos en armamento y subvenciones a la Iglesia a fondo perdido y no en cultura, educación y transportes. Si se hubiese gravado a quien más posee y derrocha y dilapida con obscenidad delante de nuestras narices. Si (hay tantos síes todavía por enumerar)... Pues entonces, a lo mejor, yo habría consentido en ser solidaria. Y habría consentido yo. No que me obligaran, como les pasó a los funcionarios o a los pensionistas o a tantos y tantos que trabajan en la empresa privada. 

Pero cuando todo esto no se da y encima el PSOE se dedica a congelar o rebajar las pensiones de los menos favorecidos, a suprimir subsidios que palien un poco la miseria de la falta de empleo, cuando se dedica a reducir y congelar salarios de funcionarios públicos, ejerciendo un clárisimo acto de abuso y atropello de derechos, cuando aprovechando el verano nos cuela una reforma laboral muy dura y sin que hayamos tenido posibilidad o capacidad de reacción, cuando nos van a alargar la vida laboral por el artículo 33 y por consiguiente más años de cotización y menos de disfrute de pensiones... Pues entonces, desde mi punto de vista, no queda más remedio que decir que NO, que no nos valen sus argumentos ni los de sus opositores o aliados temporales. Que no, hombre. Que las clases altas no han notado en absoluto la crisis. Y lo que es peor, en algunos casos se han enriquecido todavía más si cabe.

Para mí, no será ésta una huelga solo contra el gobierno y no aspiro solo a que tenga eco en este país. Lo es también contra quienes manejan y manipulan el dinero, los que evitan que ciudadanos en la miseria puedan  vivir, alimentarse y educarse dignamente. Contra los bancos y entidades financieras. Contra el PP y los empresarios que presentan esa actitud de buitre al acecho, esperando a que la carroña les sea servida en bandeja...

Y porque ya está bien. ¡qué narices!

Que sí, que lo sé. Que seguramente algunos de Vds. pensarán que soy panfletaria, de lenguaje anticuado y vocabulario obsoleto. Pero es que no corren buenos tiempos para la lírica. Hay que ser efectivos y desenterrar viejos términos que aún son necesarios. No se crean que están tan viejos, ni mucho menos.Y porque a lo mejor resulta que hace falta volver a utilizar vocablos escondidos desde hace mucho tiempo por temor a ser tratados de sectarios, demagógicos, maniqueos. Es que todavía hay muchas cosas por reinvindicar. Todavía muchos trabajadores se ahogan en este país bajo el peso de la economía sumergida o clandestina. que permite desmanes de topo tipo por parte de una cantidad nada desdeñable de contratadores ávidos de mano de obra barata y a costa de lo que sea. No se crean que en algunos aspectos hemos mejorado tanto.

Al principio se pensaba que después de esta crisis, el capitalismo desaparecería por periclitado. Pero los expertos se equivocaron y mucho. Ha salido reforzado. Si antes vivíamos inmersos en un capitalismo basado en el trabajo obrero, ahora ha surgido un hermano, más grande aún y feroz y que no necesita el trabajo para desarrollarse. Que surge, se alimenta y se enriquece directamente del dinero en sí mismo. Un capitalismo financiero frente a un capitalismo a la clásica. La mano de obra cada vez les resulta menos necesaria. Puede enriquecer a quien se suba a su carro de forma mucho más rápida y en mayor cantidad. Y como no nos pongamos las pilas se nos van a llevar por delante. 

Pues eso. Que hay razones más que suficientes para acudir a la huelga. No pensemos que por estar pre o jubilados, tener algunos ahorros o un sueldo digno procedente del esfuerzo de toda la vida o pensar que nuestras condiciones particulares de trabajo son buenas no nos va a tocar. Si actuamos como si la cosa no va con nosotros, ocurrirá como en aquel poema de Bertold Brecht en que el que narraba pensaba que a él no vendrían a llevárselo nunca. No seamos tan ingenuos. Esto no son más que los primeros coletazos y como no intentemos ponerle freno, a la siguiente embestida quizá ya no podamos.

Cada cual que actúe como crea que debe actuar, pero aquí y ahora y desde esta bitácora, yo les hago un llamamiento a la huelga en toda regla. Eso sí, con música y pinturas, que siempre se agradece algo y las notas  y los pinceles no andan reñidos (como podrán comprobar si tienen algo de tiempo) con la historia (la nuestra, ahora) ni tampoco con la Historia, la importante y con mayúscula...



Cantos populares anarquistas. A la huelga.

(Vía unadelas2)



La Polla Records. Huelga general
.
(Vía de Pablo)



Amparo Ochoa. Vamos juntos.

(Vía spartakku)


  J. Sorolla (1863 -1923 ) - Y aún dicen que el pescado es caro. 1894. Óleo sobre lienzo. 153 x 204 cms.  
Museo Nacional del Prado. Madrid.



... Y tampoco vendría mal que recordásemos eso tan manido de que quien la olvida, está condenado a revivirla. Y también, de que la fuerza para cambiar las cosas está exclusivamente en nosotros y de nada vale actuar por separado.

Quilapayun. Canción Final. Cantata de Santa María de Iquique

(Vía afinidadesselectivas)

Tienen Vds. toda la razón del mundo. Ha sido una entrada excesivamente larga.  Casi, casi tremebunda. Ya saben, la "condesa" padece de incontinencia verbal oral y escrita y, cuando le da, no hay quien la pare.

Para que no obstante este post termine con una cierta serenidad, que tampoco es mala a la hora de tomar decisiones y de salir a la calle, les dejo con una de las músicas que más me ha enamorado en  el cine. Y porque los movimientos sociales reinvindicativos y de lucha, que fueron tan importantes en el XIX y el XX, sigan siendo una alternativa clara de futuro en este aún ni siquiera adolescente y ya maltrecho siglo XXI


G. Pellizza da Volpedo (1868-1907) - Lo quarto Stato. 1898-1901. Óleo sobre lienzo. Galleria d'arte Moderna. Milán


Ennio Morricone. Forse basta - Romanzo. Novecento.

(Via Janapi)


¡Por el triunfo de la huelga del 29S!



Si he sido panfletaria, demagoga, vehemente, maniquea.... Pues se aguantan Vds. un poquito, vamos hombre. Que una vez al año no hace daño. Y me voy a arengar a las masas (c'est 'a dire: a Fasolt y Fafner, que es que tiene narices que tenga que ser la señora la que incite a parar a sus subordinados).

Hasta más ver.


jueves, 2 de septiembre de 2010

Girona: temps de vent, salnitre i blau

Per a Selma Nomada.
Perquè cada setembre respir
el seu mateix aire.




(Raoul Dufy - Cérès au bord de la mer, 1928. Colección particular)



Cuando los más madrugadores de la blogosfera comiencen a leer estas líneas, yo estaré ya saliendo de Madrid camino de la Costa Brava. Este año, por fortuna, no ha habido tropiezos ni ansiedades de ningún tipo. El dichoso cáncer parece que ha optado por dejarnos en paz esta vez y el verano ha transcurrido plácido y perezoso, también largo y desde luego muy cálido. Agosto hace a Madrid más soportable y se ha deslizado entre cenas en casas amigas o en la propia, lecturas, audiciones y citas con gente muy querida para charlar, tomar algo y, sobre todo, compartir.

Y ahora, cuando la ciudad retoma la rutina, MegaMaga suspira feliz por la llegada de septiembre y Sergio cuelga una nueva hoja del calendario nosotros nos vamos de vacaciones.

Que sí, que lo sé. Que es cierto que no nos son tan imprescindibles, que no estamos sometidos al estrés del trabajo o de los niños o de las enfermedades, que hay otros que las necesitan mucho más que nosotros y no pueden, que podríamos pasar perfectamente sin ellas... Pero tenemos tantas ganas de volver...

Vds. saben que yo  pasaba un cuarto y en ocasiones hasta un tercio de mi vida en una ciudad con mar. Crecí al sol, al aire, al salitre, el iodo, las algas y el agua azul del Mediterráneo. Hasta los 18 años fue uno de mis refugios más seguros. Saben también que no tengo ningún tipo de ínfulas patriotas o nacionalistas. Ni me siento española, ni madrileña, ni de la calle de Alcalá aunque allí naciera. Pero les aseguro que siempre me sentí profundamente mediterránea. Heredera y deudora de una cultura que reconozco como propia y en la que asimismo me reconozco profundamente. Idioma, raíces, arte, literatura, historia. Todo en mí y supongo que también en la mayoría de Vds. viene de un tronco común, de un punto de anclaje y referencia. De un lugar reconocible y reconocido al que nos gusta volver para seguir creciendo con y alimentarnos de él.
Y desde hace ya unos cuantos años, mi referente, mi asidero está en un pequeño enclave al norte de la ciudad de Roses, en la cala de las Canyelles Grosses o de la Almadrava

Este año quizá no haya visitas a las ruines d'Ampuries o al pueblito de San Martí. Seguramente tampoco subamos a Sant Pere de Rodas ni vayamos a Perelada buscando música, románico o vino. Probablemente no bajemos más que un par de veces a Rosas a visitar a viejos conocidos y amigos madrileños. Pero tengo tantas ganas de llegar... Me espera la ventana abierta al Golfo de Roses, desde la más pequeña de las Medas y l'Estartit hasta el faro de la villa sobre el promontorio, pasando por L'Escala, Sant Pere Pescador y esas heridas abiertas en lo profundo de la marisma que son Empuria Brava y Santa Margarida. Me espera la tramontana que allí sopla revirada respetando lo que en Ampuries no respeta. Y el agua y la sal y los paseos cortitos por la cala y las bromas, la conversación tranquila a dos, la lectura, la música enlatada. 

Y habrá dos cosas que no dejaremos de hacer.

Volveremos a subir un año más y por última vez a la Montjoi para compartir cena con Lluis, Pol, Luis, Oriol, Juli, Ferran; con todos. Y de camino, veremos cómo los últimos y oblicuos amarillos del día se estrellan contra el Cap Norfeu (uno de los más hermosos que conozco), intentando escabullirse de la rutina inapelable de desaparecer allá por el oeste, quemando sus últimos cartuchos rojos y violáceos. Cuando esto sucede, el Parc del Cap de Creus se queda silencioso, sereno, azul grisáceo y el resto del viaje permanecemos callados hasta que las olas discretas pero impertinentes de la cala nos dicen que estamos allí de nuevo para recibir el regalo de los viejos amigos de hace tantos años. Cuando apenas eran conocidos, cuando no había esa aureola de fama presionando, cuando todavía estaban por venir los aires o las esferificaciones y el nitrógeno líquido y  la sobremesa perezosa permitía alargar el mediodía en charlas y bromas hasta las seis y media de la tarde.

Pero también volveremos a embarcar, si la mar lo permite, hasta donde el viento gira en la punta del Cap de Creus y se divisa Francia, fondeando despacito en Port Lligat para acercarnos después a Cadaquès regateando antiguas barcas catalanas. De regreso, la punta del Gat me reafirmará en el conocimiento adquirido de que el tiempo nunca pasa en balde, de que hasta de las ruinas y la ruindad se aprende. Recuperaré con ello a mi gato real, el anclado firmemente al Cap Norfeu desde el fondo del agua. Y cuando pase con la barca por su lado, casi rozándolo, estoy segura de que me dirá como al desgaire: "Toldrà es mucho más que una promesa no cumplida. Las vistas al mar te las regalo yo cuando vienes a verme".

E.Toldrà (1895-1962) Cançó de Grumet. Victòria del Àngels. Orchestre de la Societé des Concerts du Conservatoire. Dir. R. Frühbeck de Burgos.
(via tenorisimo1975)



Antes les dije que no sentía ningún tipo de orgullo, sea de patria grande o chica. Y me reafirmo. Pero permítanme que les diga que siento un profundo amor por Cataluña y por Girona en especial. Que la llevo continuamente en mi corazón y mi ánimo. Que comencé a balbucear su lengua a los 11 años con la base del valenciano aprendido en la infancia y gracias a las canciones de Els Setze Jutges. Sí, de acuerdo, les admito que caeré con toda seguridad en el tópico porque no se puede generalizar, pero me gusta su gente. Su honestidad, seriedad, su seny. Pero de forma especialísima me gustan los altoampurdaneses: tan pegados a la tierra, a la tramuntana, tan directos en el habla,  renecs incluídos, que diría nuestro Fritus.



Hay un hermosísimo himno oficial de Cataluña

Els Segadors (versión actual). Orfeó Català (via iluro)



y uno oficioso, del que les traigo dos versiones. La de quien lo adaptó y lo hizo famoso y la de quien probablamente sea, al menos para mí, la voz más hermosa y con mejor técnica que haya dado Cataluña. En esta segunda versión, otro catalán da el contrapunto a la soprano.

P.Casals (1876-1973). El cant dels ocells (armonizada por P.Casals y orquestada por E. Casals). Orquesta del Festival de Prades. Pau Casals, dirección y cello. 1954. Recopilado por Sony en 1992



Victòria dels Àngels y Lluis Claret. El cant dels ocells (canción popular catalana). Concierto para recaudar fondos para la reconstrucción del Grand Teatre del Liceu. Orquesta del Grand Teatre del Liceu (¿?). Escenario del Palau Sant Jordi, 1994.
(via tonixerez)




Y continuando con señas de identidad musicales catalanas, otro ejemplo bellísimo también del que se han hecho casi tantas versiones como grupos o cantantes catalanes existen. Esta preciosidad bien lo vale. Escojo una tan solo. Seguramente no es la mejor ni la más sentida (hay otras que me gustan más), pero destaco de ella su personalidad propia, acompañada además de uno de mis instrumentos favoritos:

La Cançó del Lladre (canción popular catalana). Ferran Savall, voz y tiorba. En el álbum, Du temps & de l'instant. Jordi, Ferran y Arianna Savall, Montserrat Figueras y Pedro Estevan. Alia Vox, 2005



Les dejo también sendos regalitos de otros tres excelsos compositores (gerundense el primero, barceloneses los otros dos) que no necesitan presentación pues son más que de sobra conocidos:

I.Albéniz(1860-1909). Tango, op. 165 n2. Alicia de Larrocha, piano. Decca, 1975


F.Mompou (1893-1987). Cançó i dansa VI. Alicia de Larrocha, piano. Decca, 1970.


E.Toldrà (1895-1962). Six sonets: I Sonetí de la rosada (sobre un poema de Trinitat Catasús). En Música Española para violín y piano. Jesús Ángel León, violín y Miguel Ángel Muñoz, piano. Verso, 2004.




Y cuando en pleno invierno llueve, hace frío, estoy bloqueada en un atasco, tengo que sentarme en el sillón del dentista o sencillamente las cosas no van del todo bien, imagino estar andando descalza por esos 200 metros de cala de arena suave. Y la Almadrava se convierte entonces en refugio, que antes lo fue de griegos y fenicios o de corsarios más tarde, pero que ahora me pertenece solo a mí. Todos necesitamos lugares en los que sentir que hacemos pie, que la orilla está cerca, que el agua no está turbia, sino tranquila y de un topacio tan transparente que hiere a los ojos si se la mira desde el camino. Y a ese refugio me anclo para descansar o lamer heridas, pero también para recomponerme, reir, oler y amar. Y cuando consigo sentir el pelo húmedo y me llega el olor del salitre y el iodo a pesar de los 800 kms. de distancia, sé que volveré al año que viene, con esa certeza que da la fe ciega de un niño y la experiencia de 3.000 años sobre la piel mojada.


J.M:Serrat (1943). Mediterráneo. En álbum Mediterráneo. Arreglos: J.C.Calderón y G.P.Reverberi. Zafiro, 1971


¡Hasta la vuelta!